miércoles, 30 de noviembre de 2011

PEREJIL

Familia: Umbelíferas
Nombre científico: Petroselinum sativum o Petroselinum hortense
Otras especies y variedades: Existen más de 35 variedades cultivables, algunas de ellas son: Petroselinum crispum o perifolio y Petroselinum segetum
Origen/distribución: Región mediterránea, desde España hasta Grecia.


El perejil es una planta hortícola aromática muy apreciada como condimento. Consumida cruda es muy rica en vitaminas A, B1, B2 y C. Tiene propiedades medicinales como diurético, emenagogo (favorecedor de la menstruación), carminativo (eliminador de los gases intestinales), y antiespasmódico (calmante de los espasmos y convulsiones de carácter nervioso). Tiene utilidad en la industria farmacológica y perfumería; las esencias que contiene (apiol y miristicina) se usan para aromatizar cremas, jabones y otros productos.


El perejil es una planta bianual, de tallos delgados, ramificados y angulosos, hasta 80 cm. de altura, con hojas lampiñas partidas en tres gajos dentados o aserrados y flores blancas o verdosas; florece en umbelas. Las semillas son menudas y de forma ovoide.


CULTIVO:

El perejil se reproduce por semillas, que se pueden encontrar fácilmente en los comercios. Posteriormente, podemos obtener numerosas semillas propias si dejamos florecer las matas (seleccionando las más desarrolladas), pero hay que saber de antemano que su germinación es muy lenta y puede dar lugar al desánimo (florece el segundo año en el mes de marzo). Obviamente, para mantener un cultivo permanente de perejil hay que sembrar todos los años.


El perejil no soporta bien el trasplante, por eso hay que sembrar directamente en el terreno definitivo en los meses de febrero, agosto o septiembre. De estos últimos meses ya se puede hacer recolección en invierno. Acepta cualquier tipo de suelo pero no compacto, preferiblemente con buen drenaje y materia orgánica bien mezclada y descompuesta. Después de trabajar el suelo profundamente se planta en eras, dejando una separación de unos 15 cm. entre ellas. La exposición puede ser soleada pero no en exceso (en cambio el cultivo en maceta sí requiere bastante luz). Precisa riegos frecuentes, especialmente durante la germinación.


Las heladas prolongadas pueden destruir las matas, para evitarlo se pueden proteger con cubiertas de plástico.

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